Los niños que leen en casa con sus padres llevan medio curso de ventaja respecto a los que no lo hacen
Los niños de cuarto de primaria, de ocho y nueve años, cuyos padres leen con ellos en casa llevan medio curso de ventaja en comprensión lectora respecto a los que no lo hacen. El acompañamiento familiar abre una brecha entre el alumnado en materia de comprensión lectora similar al que generan las diferencias en el nivel socioeconómico de los progenitores, aunque ambos factores están frecuentemente relacionados. De las intervenciones que pueden realizarse en el hogar, la implicación de los padres en la lectura es una de las que tiene efectos más positivos.
Entre el 20% y el 23,2% de los alumnos españoles tienen bajos niveles de comprensión lectora en cuarto de primaria y cuarto de secundaria respectivamente, lo cual suele ser un predictor de fracaso escolar. Las investigaciones apuntan a que los niños de entornos desfavorecidos que consiguen un alto rendimiento escolar son buenos lectores, con competencias lectoras por encima de la media, lo que según la fundación indica que estas pueden «resultar cruciales para superar el riesgo de exclusión social y generar un alumnado resiliente». Su campaña Las familias, aliadas de la lectura se dirige a ofrecer a centros educativos, bibliotecas y entidades sociales metodología y recursos prácticos para que puedan llevar a cabo sus propias «acciones de capacitación» de las familias en acompañamiento lector.
«Ese ecosistema del libro es decisivo, y lamentablemente, lo digo con dolor, con ello empieza una curva que va separando a los niños que entran con naturalidad en el mundo de la lectura y los que no». La comprensión lectora tiene repercusiones en casi todas las asignaturas, indica Mata, de la Fundación Bofill: «Si no somos capaces de entender el enunciado de un problema matemático, difícilmente lo podremos resolver».
Quim está a punto de cumplir seis años y todas las noches antes de dormirse, su padre, Luis Rivera, lee con él en su casa de Valencia. Y ahora suelen ir a la biblioteca a elegirlos juntos, y la lectura en voz alta ha empezado a ser compartida.
Carmen Cañabate, maestra durante décadas en colegios públicos de Almería, buena parte de su carrera en centros de alta complejidad, ha observado las desigualdades que afrontan unos y otros niños en el terreno de la comprensión lectora.
La ausencia de acompañamiento lector familiar suele tener una raíz social. Hay progenitores, señala Juan Mata, que no pueden hacerlo, por ejemplo, porque sus jornadas laborales no se lo permiten. Aunque las indicaciones que contienen resultan útiles en general, también la investigadora explica que el programa ha sido diseñadas pensado especialmente en aquellas familias que habitualmente no leen con los niños. Y el nuevo programa de la Fundación Bofill va en paralelo a otro, que lleva una década en marcha, en la que son voluntarios que hacen acompañamiento lector, en catalán y en castellano, a niños que no lo reciben en sus casas, en las bibliotecas públicas y en los centros educativos.
CITA APA
Zafra, Ignacio(2022). Los niños que leen en casa con sus padres llevan medio curso de ventaja respecto a los que no lo hacen. El País.
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